"UNA VEZ SCOUT, SIEMPRE SCOUT"
HIMNO DE LA PROMESA
Siempre mi promesa he de cumplir
Honor, lealtad y pureza hasta morir.
Yo quiero amarte sin cesar oh buen Señor,
protege mi promesa de explorador.
La ley y la buena acción son para mi
lo más sagrado y por mi honor las prometí.
Yo quiero amarte sin cesar oh buen Señor,
protege mi promesa de explorador.
Jesús hermano mayor, rey y señor,
seré si tu me ayudas un modelo Scout.
Yo quiero amarte sin cesar oh buen Señor,
protege mi promesa de explorador.
La promesa es una forma de explicitar formalmente el compromiso de sus miembros al grupo Scout y su deseo e avanzar por este camino con la ayuda de los demás y de Dios, de acuerdo a la Ley Scout.
Si bien se entrega una Promesa a los lobatos, la Promesa definitiva se da en la Tropa. Esta Promesa adquiere un nuevo carácter al integrarse a la comunidad de Jefes. El texto de cada una de estas promesas define el contenido de este compromiso.
La petición o aceptación de la Promesa debe hacerse formalmente a los jefes y ellos evaluarán finalmente si es apropiado entregarla o no. En este sentido es importante recordar que esta no es un premio sino un compromiso con el Grupo que se hace de forma voluntaria.
Por ser un compromiso, es importante que tanto el texto de la Promesa como la ley scout sean conocidas por todos de modo que comprendan qué significa vivirlas día a día, como dice la Regla: "Esta es la ley bajo la cual quieres servir", y "al cabo de seis meses léanle la Regla para que sepa a qué quiere comprometerse" (RB 58, 10. 12).
Cada vez que el Scout entona el Himno de la Promesa vuelve a renovar este compromiso encomendándose a Dios, que es quién sostiene su Promesa.