
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Examen de conciencia
Hermanos, habiendo llegado al final de este día que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
(examen de conciencia en silencio)
Yo confieso,
ante Dios todopoderoso y ante ustedes hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Salmo
Ant. Al amparo del Altísimo* no temo el espanto nocturno.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti."
Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
su brazo es escudo y armadura.
No temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía.
Caerán a tu izquierda mil,
diez mil a tu derecha;
a ti no te alcanzará.
Tan sólo abre tus ojos
y verás la paga de los malvados,
porque hiciste del Señor tu refugio,
tomaste al Altísimo por defensa.
No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos;
te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones.
"Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré;
lo saciaré de largos días
y le haré ver mi salvación."
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al amparo del Altísimo* no temo el espanto nocturno.
Lectura (También se puede leer el Evangelio del día)
Del libro del Apocalipsis
Verán el rostro del Señor, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Responsorio Breve
S. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
T. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
S. Tú, el Dios leal nos librarás.
T. Te encomiendo mi espíritu.
S. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo .
T. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Cántico Evangélico
Ant. Sálvanos Señor despiertos* protégenos dormidos, para que despertemos con Cristo y descansemos en paz.
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sálvanos Señor despiertos* protégenos dormidos, para que despertemos con Cristo y descansemos en paz.
El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. Amén.
El Señor está con nosotros* y con nuestros hermanos ausentes.
No nos dejes caer en la tentación* y líbranos del mal.
San Benito, ruega por nosotros
San Anselmo, ruega por nosotros
San Francisco de Asís, ruega por nosotros
Santa Juana de Arco, ruega por nosotros
San Pablo, ruega por nosotros
Santa Teresita de Lisieux, ruega por nosotros
Salve Regina
Salve, Regina, mater misericordiæ:
Vita, dulcedo et spes nostra, salve
Ad te clamamus exules filii Hevæ
Ad te suspiramus, gementes et flentes
in hac lacrimarum valle.
Eia ergo, Advocata nostra, illos tuos
misericordes óculos ad nos converte.
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsílium ostende.
O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.
Quédate conmigo
Quédate conmigo oh Jesús
que empieza el día a morir.
Quédate conmigo oh Jesús
Y en tu pecho hazme dormir.
Perdón, Señor, por las faltas que hoy cometí
perdón, Señor, por las almas que viven sin ti.
Quédate conmigo...
Gracias, Señor, por el sol, las estrellas y el mar
Gracias, Señor, por el agua y su canto sin par.
Quédate conmigo...
Sé, buen Señor, del scout el hermano mayor
hazlo seguir cada día tu senda de amor.
Quédate conmigo...